¿Quién no ha tenido de pequeño un diario secreto?
Una pequeña libreta donde apuntábamos todo cuanto nos sucedía cada día y que guardábamos en cualquier lugar que se nos ocurriera para evitar que la encontraran.
Cada diario es diferente y personal pero hay dos palabras típicas que no varían nunca, sea de quien sea el diario, siempre son las mismas. Son, en gran medida, su principal característica. Se han convertido en una pequeña tradición que nadie rompe:

QUERIDO DIARIO...

lunes, 15 de abril de 2013

LA EDUCACIÓN Y EL ESTADO DE BIENESATR




QUERIDO DIARIO:                    

Para este seminario, la profesora nos había pedido que realizáramos una breve reflexión sobre el estado de bienestar y la educación, pues si queremos ser mestros debemos tener formada una idea sobre la educación que queremos transmitir a nuestros futuros alumnos. Es necesario, también, conocer el tipo de educación que se imparte y recibe en nuestro país. 
El estado de bienestar debe asegurarse de que todos los cuidadanos poseen una calidad de vida digna y acorde con sus necesidades. La educación, es una de estas necesidades que todos tenemos. El estado de bienestar ha de asegurarse de que todos recibimos una educación básica al mismo tiempo que debe garantizar que cada uno la reciba tal y como lo necesita, es decir, los niños con discapacidades deben ser tratados acorde con sus posibilidades y recibiendo las ayudas necesarias.

El Estado de Bienestar es el conjunto de actuaciones que realiza el gobierno, ya sea central, autonómico o local, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Incluye la sanidad, la educación, las pensiones…


La necesidad de que todos los ciudadanos tengan acceso a la educación, ha sido una reivindicación social desde hace siglos y por eso la educación constituye uno de los pilares básicos del Estado de Bienestar. 
La formación académica debe ser accesible para todos los ciudadanos y por ello los gobiernos deben invertir parte del dinero público en el mantenimiento de los centros escolares y la formación del profesorado. 
Si la educación es buena, habrá buenos profesionales el día de mañana que darán valor al país. Por eso creo que el gasto en educación nunca debería ser objeto de recortes por parte de los políticos. 
Antes habría que recortar en otras muchas cosas, especialmente la administración, las subvenciones, los asesores, los viajes, las dietas, etc… Si se intenta disminuir en exceso el gasto en educación, solo se conseguirá que la calidad de ésta disminuya. 
Los ciudadanos no tendrán una buena preparación académica y por tanto su competitividad disminuirá frente a los de otros países, con lo que su calidad de vida será menor y por tanto se habrá resentido el Estado de Bienestar.


Desde mi punto de vista, lo mejor sería que los gobiernos asignaran una cantidad por alumno para su escolarización. Los padres elegirían el Centro Educativo que mejor se adaptara a sus intereses, bien por su ideario o por su localización, independientemente de que fuera público o privado y el Estado pagaría a cada Centro según el número de alumnos matriculados. Así se conseguiría que todos los Centros Escolares se esforzaran por tener la mejor educación para así ser elegidos por más alumnos y por tanto disponer de más dinero para mejorar sus instalaciones y su personal. Solo así se conseguiría un Estado de Bienestar mejor en cuanto a la educación. 


                                  


Hay una serie de cuestiones que, tras la lectura de todas las reflexiones, se plantearno en clase. Unas relativas al tipo de educación que cada persona puede recibir, pues:
  • ¿Sería mejor para todos que la educación fuera gratis?
  • ¿Extiste un crrecto control de als becas que se reparten en el país?
  • ¿El tipo de educación que cada niño recibe depende de su esfuerzo y sus notas? ¿O depende de sus padres y el dinero que pagan por ellos?
Por otra parte, hayn muchos centros diferentes en los que cada niño puede recibir su educación, los hay mejores o peores, pero ¿realmente todos los niños escolarizados recoben la misma educación sin importar el centro en el cual estudian? No todos los centros proporcionan un nivel adeciado de educación y conocimientos para sus estudiantes, pero este motivo, ¿se debe a un problema de superpoblación? ¿a un reparto al azar de los estrudiantes en los diferentes centros? ¿al dinero?
 
 La mayor parte del mundo en el que hoy vivimos se mueve por el dinero, y las posibilidades de cada persona dependen en gran parte de la economía que tiene la misma. Es por este mismo motivo que se dan diversas situaciones en las que, si una persona debe contratar a un trabajador, se ve más inclinado hacia la opción del empleado que menbos cobrará, es decir, aquellos que no tienen título alguno. También, por parte opuesta, se dan situaciones en las que hay contratados dos empleados que cobran lo mismo y sin embargo, uno de ellos tiene un título y el otro no. ¿Esto sería justo y correcto?
 ¿Una persona con carrera debe cobrar más que una sin ella?
Por este motivo del dinero se ven afectados demasiados campos como para nombrarlos todos, pero el que en este momento más debería interesar es el de la educación, pues los niños son el futuro, y el país va a depender en el día de mañana de la educación que están recibiendo ahora los niños.
 
 
¿Y SI LA EDUCACIÓN EN ESPAÑA FUERA SIEMPRE GRATUITA? 
 
 
 
Uno de los principales problemas que se plantean en la sociedad de hoy en día y que se encuentra directamente relacionado con la educación, es el dinero. Puesto que en función de la economía de una familia, los niños tendtrán más o menos posibilidades de recibir una educación mejor. Hay mucha gente que afirma que cada persona recibe la educación que quiere, pero yo creo firmemente que esto no es así, pues cada persona recibe la educación que puede. Y es evidente que QERER Y PODER NO SON LO MISMO. Ambos son verbos, pero según la RAE, cada uno tiene una definición completamente diferente:
  • Qerer: desear, apetecer, pretender, intentar, procurar.
  • Poder: tener la facultad o facilidad para hacer algo.
Pero no necesariamente deben estar separadas ambas palabras, pues en la mayoría de los casos querer es poder, siempre y cuando no influya por medio de la frase el dinero o algo imposible. Pues yo puedo decir: "Quiero volar", pero el que yo quiera no significa que pueda. Pero por otro lado, si yo digo "Quiero aprobar un examen", en este caso, querer sí es poder, pues si yo realmente deseo lograr tal objetivo actuaré en consecuencia, estudiando para finalmente aprobar el examen. Pero SIEMPRE, entre el querer y el poder se encuentra la acción que yo realizo para lograr unir ambas palabras y que, finalmente, querer se convierta en poder. 
 
                            

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