QUERIDO DIARIO:
Llegamos al final de este camino
que emprendimos en febrero y, como todas las despedidas, crea un sabor
agridulce. Por una parte me siento bien porque se acaba el cuatrimestre y creo
que he trabajado bien, por lo que espero conseguir buenos resultados y poder
tener algo de descanso en el verano. Pero por otro lado me da un poco de pena
que se acabe esto. Se me forma un nudo en el estómago al pensar que ya no
pasaré las tardes de los lunes contigo, escribiendo lo que habíamos hecho en el
seminario de la mañana, organizándote, poniéndote “guapo” y también enfadándome
contigo cuando te quedabas bloqueado.

Al principio del curso analizamos la carrera de magisterio, su status social, las diferencias en la educación en distintos países... y el profundizar en lo que leíamos y tener que pensar en los pros y los contras de cada cosa hizo que me empezase a gustar la asignatura, porque tenía la sensación de que se me "abría" la mente y me volvía más racional y a la vez más crítica con todo lo que me rodeaba. Fue una sensación agradable.
Una de las cosas que más me ha gustado de la sociología es la sociometría porque creo que me puede ser muy útil en el futuro. Cuando tenga un grupo de niños a mi cargo, puedo analizar las relaciones entre ellos y ver si hay alguno que está desplazado o que se siente aislado en la clase, y así trabajar para mejorar las interacciones entre ellos y que todos se sientan bien.
También me ha gustado mucho hacer análisis de los dibujos animados y el trabajo sobre la serie Phineas y Ferb. A mí siempre me han gustado los dibujos animados y esta serie en concreto, pero después de lo que hemos aprendido en clase y de hacer el trabajo, los veo de otra forma, fijándome más en los detalles y dándome cuenta de la influencia que tienen sobre los niños.

¡¡¡¡HASTA PRONTO!!!!
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